La distribución implica el transporte de mercancías de una empresa a sus clientes. Es una parte importante de la gestión de la cadena de suministro y requiere la coordinación de múltiples modos de transporte, la gestión del inventario y el almacenamiento, y la gestión de aduanas y otras cuestiones normativas. Entre los retos que plantea figuran la fluctuación de la demanda, la limitación del espacio de almacenamiento y la evolución de la normativa. Una distribución eficaz requiere comprender estos retos y ser capaz de encontrar soluciones creativas.